sábado, 31 de agosto de 2013

Victorias cotidianas

Dormir poco,no encontrar la chancla del pie izquierdo, meterte a la ducha sin haber llevado toalla, saber que vas a llegar tarde al trabajo. Hace un par de semanas tuve una mañana así. Francisco me preguntó desde la cama ¿Estás de malas? -No Era la respuesta que tenía más a la mano, pero aprovechando que yo estaba sacando mis calcetines del cajón, de espaldas, tomé unos segundos para reflexionar mi respuesta...¿qué tal si aceptaba cómo me sentía? ¿Qué pasaría si fluyera con este enojo? -La verdad es que sí, no sé porqué pero sé que no me gusta estarlo. MAGIA. A partir de ese momento he tenido tomas de conciencia de mis sentimiento con mayor frecuencia. Aceptar mis sentimientos, reconocerlos, saber que están allí, con manifestaciones físicas me ha permitido elegir sobre ellos. No me ha interesado por qué tengo esos sentimientos. El por qué me remite al pasado de donde no saco ninguna innovación emocional. Después de aceptar que me siento como me siento, la única pregunta es ¿y ahora? Cada oportunidad de aceptar lo que siento, dónde estoy (¿en amor o en miedo?) es una victoria en potencia. Cada momento que me tomo para observar mis sentimientos y los pensamientos que le siguen me da el poder de elegir quién ser. Mi respuesta más constante ha sido: amoroso, paciente, generoso. Entrar en sintonía conmigo es la puerta para vivir una vida de elección conciente y esto ha significado para mi vivir dos semanas llenas de victorias cotidianas.