domingo, 8 de mayo de 2011

Décor

y eso, en resumen
era más boliviano que una olla con algo fermentado adentro,
un niño partido en nueve,
seis balazos en los ojos, (tres en cada uno)
alrededor de diez millones de mentiras,
una paja en la compu heredada,
tres colores y un poema encima de todo eso.

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